LA GRAN TORMENTA
- Yoali Velez
- 16 dic 2019
- 1 Min. de lectura
Jesús se levantó y ordenó al viento y al mar que se calmaran. Enseguida el viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo.
Marcos 4:39
Jesús y sus discípulos estaban en el bote y estalló una tormenta masiva. El viento y las olas sacudieron el bote. Los discípulos fueron vencidos por el miedo y pensaron que iban a morir. Pensaron que a Jesús no le importaba porque estaba durmiendo en la parte trasera del bote. Sin embargo, en una llamada de auxilio, Jesús se levantó y reprendió al viento y a las olas: “¡Paz! ¡Quédate quieto!” Y el viento cesó, y hubo una gran calma (Marcos 4:39).
Tal vez, ¿estás pasando por una tormenta y te preguntas si Jesús está allí y si le importa? Pues lo hace. Calmará la tormenta. Pide su ayuda y cree que Él te ayudará. Jesús está contigo en cada tormenta que enfrentas. Así que no trates de manejar las cosas con tu propia fuerza.
Mira a Jesús y apóyate en Él para que sea tu fortaleza.

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