CUANTO MÁS AGRADECIDO ERES, MÁS FELIZ ERES

Siempre doy gracias a Dios, al acordarme de ustedes;

Filipenses 1: 3

Si quieres tener relaciones saludables, comienza con una actitud de gratitud. Serás mucho más feliz y disfrutarás más de tus relaciones si desarrollas el hábito de estar agradecido por las personas en tu vida.

Filipenses 1:3 dice: "Cada vez que pienso en ti, doy gracias a mi Dios" (NLT).

Esa simple verdad es la base de las buenas relaciones.

Cuando piensas en las personas en tu vida, ¿es tu primer sentimiento de gratitud? ¿O te gusta más preguntar: “¿Qué necesitan hacer por mí? ¿Cuáles son nuestros problemas? ¿Qué tenemos que hacer?” Tu primer pensamiento puede no ser gratitud. Pero el primer pensamiento de Pablo para sus amigos fue de gratitud, y es el modelo que debemos seguir si queremos que nuestras relaciones duren.

Aquí está el problema: cuanto más tiempo conozcas a alguien, más probabilidades tendrá de dar a esa persona por sentado. ¿No es eso cierto? Con el paso del tiempo, es más fácil enfocarse en las fallas de esa persona y los malos momentos en lugar de los momentos felices.

Es por eso por lo que se requiere un esfuerzo de nuestra parte para elegir tener una actitud de gratitud por las personas en nuestras vidas. Cuanto más duren nuestras relaciones, más difícil será recordarlo. Pero experimentamos un impacto eterno en nuestras relaciones cuando desarrollamos el hábito de dar gracias a Dios cuando pensamos en nuestros cónyuges, hijos, padres, hermanos, vecinos, compañeros de trabajo y miembros de grupos pequeños.